Ha pasado solo una semana desde que llegamos, pero parece una vida...
Muchas de las sensaciones, pensamientos o emociones que pasan por nuestra cabeza no se pueden explicar. La palabra no alcanza.
Al principio
quizás no eres lo suficiente consciente para darte cuenta de que es real. Las cosas han cambiado, todo sucede de manera diferente a como
sucedían hace tan solo unos
días.
Sensaciones de
alegría, asombro, euforia se entremezclan con sentimientos de inseguridad, miedo o tristeza. En un primer minuto disfrutas de cada segundo de todo lo que te rodea: gente diferente, comida diferente, idioma,
nuevo clima... y al segundo minuto te cansas de que todo el mundo te este mirando, te agobia el calor y echas de menos esa comida que te preparaba tu abuela. un tiovivo en ocasiones
difícil de controlar.
La
companhia de las personas que te rodean te da fuerza. La gente con la que vives, la gente que te apoya desde la distancia, la gente que te
enseña, la gente que te da
cariño...
Que
importante es querer y sentirse querido.
Aunque en un primer momento nos podamos sentir abrumadas por la inmensidad y alboroto que una gran ciudad supone, no damos cuenta del privilegio que supones estar en un lugar
exótico en el que
tenemos mucho que aprender.
La
realidad Amazónica es sorprendente.
En 1500 la
región del Amazonas estaba habitada por 1700 pueblos
indígenas, Tras el violento proceso de conquista
sobrevivieron 235 pueblos. Las poblaciones
indígenas han pasado numerosos procesos de
degradacion y exterminio. Hasta la
constitución de 1988, el estado
brasilenho consideraba a los
indígenas como
organizaciones primitivas que
debían ser
absorvidas por la sociedad. Un proyecto de muerte cultural.
Numerosas
organizaciones indígenas alzan su voz para reinvindicar y luchar contra la
invasión y el saqueo de las tierras y de los
recursos naturales.
Uno de los proyectos de Fe y
Alegria, el grupo
intinerante, tiene como objetivo el convivir con los poblados
indígenas y a partir de su propia realidad y cultura , desarrollar estrategias y planes de trabajo.
Nosotras de momento seguimos formándonos sobre la realidad
amazonica una semana mas.
A esperas de conocer la
Fundacion Fe y
Alegria, nos vamos empapando de contenidos que nunca
habíamos escuchado. El conocimiento es la llave que abre la mente y permite tener una
visión mas amplia de un mismo problema o acontecimiento.
Los
días transcurren entre clases de
amazonía,
interacción con los jesuitas de la
fundacion, momentos de convivencia en nuestra
hogareña casa verde de voluntarios y largos paseos por las bulliciosas y
caóticas calles de la ciudad de
Manaus.