18/7/10

Marabá... en algún lugar del Pará.

Un lugar, un punto en el mapa. Ciudad de Marabá.
Se conoce Marabá entre habladurías y sonidos sueltos, entre miedos escondidos tras algunas palabras de advertencia: " ten cuidado, es peligroso" o entre páginas y noticiarios de última hora.
Ciudad de nadie, ciudad de encuentro.
En el Nordeste del Brasil hayamos una de las mayores minas al descubierto a nivel mundial.
La estracción de oro y minerales hace que el Pará se convierta en un ir y venir de empresas ( no precisamente brasileñas) cargadas de promesas y vacías de "hechos".
Es verdad, la creación de empresas trae consigo progreso... pero siempre el de los mismos.
Los puestos más altos son cubiertos por personas de fuera que llegan a la ciudad en busca de una nueva vida, vida de condominio cerrado al exterior. Paredes de papel que separan dos realidades de un mismo mundo.
La educación es deficiente, la formación inesistente... quién puede pagar los cursos que ofrecen las empresas para captar personal? pues... los de siempre.
Y llegan personas cargadas de sueños con el largo caminar desde otros estados y al no encontrarse, se acaban perdiendo. Algunos en las calles, otros en el alcohol y muchos en la soledad de la búsqueda incesante.
Sin trabajo, sin educación, sin una adecuada sanidad... los robos aumentan, las disputas, las enfermedades, la prostitución... los miedos colectivos y las fobias individuales.
Numerosas personas sin hogar se asientan en terrenos, vacíos de utilidad y llenos de impedimentos. Se conocen como " el movimiento de los sin tierra". Asentamientos en vías de expropiación...
Ante la ley todos somos iguales: " derecho a moradía" ( ya no digamos digna). Con las expropiaciones no solo se destruyen vidas, familias, sueños... en un afán de construír "casitas de verano" se derriban los pilares de la libertad y la justicia. Se quedan los decretos escritos en papeles sucios, en carpetas olvidadas: " el que hace la ley... hace el dinero" y los políticos se siguen llenando los bolsillos, será que el que no pasa hambre no sabe lo que es tener la barriga vacía.
La natalidad es alta. Madres adolescentes. Niñas de catorque años convertidas en mujeres con el paso acelerado de un caminar de nueve meses.
Uno de los proyectos creado por las hermanas Doroteias ha sido contruír dos guarderias en las zonas más desfavorecidas de Marabá. Con dificultades, falta de ayuda e inesistentes subvenciones por parte del govierno, los niños que hace un año estaban en la calle, llegan e inundan nuestra mañanas con esperanzas y sueños de un cambio quizás lejano.
En la pureza de sus miradas descubres historias amargas, familias desestructuradas, carencias notables... pero la inocencia es tan palpable a ciertas edades que sin querer acaban llenando tu vida.
Quizás esto sea partir del asistencialismo, pero por dónde empezar? cuál es realmente el principio que generará el cambio definitivo?
De momento entre galletas, un plato de arroz, una canción y una siesta a pie de alfombra se pasan los días infantiles, en un veloz transcurrir del tiempo hacia adultos. Adultos que quizás un día despierten y digan: BASTA! y en ese despertar cambiarán el mundo.

Y depende del cristal...

Te pones las gafas amarillas y los destellos siempre te parecen brillantes, es al cambiar de cristal que descubres las tonalidades nacaradas, blanquecinas, más opacas, quizás más apagadas. En este instante, los matices quedan al descubierto ante el contraste del nuevo mirar, de un nuevo abrir de ojos.



Es en el transcurrir del tiempo que planteas, replanteas, organizas tus pensamientos y nunca ninguno llega a ser el correcto. Simplemente cambias como cambia el viento o las mareas.
Nunca el mar deja de sentir la arena.



Pasan los días y lo que antes te parecia ajeno comienza a formar parte de tu vida, a fluír como parte de tu entorno.

Me levanto cada mañana, ya no pienso en encontrarme en el espejo. Solo el agua fría recorre el cuerpo y sin más intención me visto e intento dar lo mejor de nuevo.Que mejor pretexto que robar alguna sonrisa en el transcurrir del día...
En el trayecto de ida : casas pequeñas, sin nada aparentemente, y con un todo complejo en su interior, calles sucias, caminos sin asfaltar, rotos, quebrados, llenos de baches como el día a día. Las personas cansadas de cargar con la vida como quien carga vasija esperando llegar al rio, aunque siempre con la fuerza del que camina cargando esperanzas.



Me pierdo, me encuentro y cada minuto es diferente. Sigo sin entender tantas cosas...

Estoy abriendo un ojo para intentar no cerrar el otro. Abrir para ver y observar, ampliar, generar ideas nuevas: descubrir que la política es más importante de lo que creía, que no basta con pensar y decir: " no entiendo, no me gusta", que el machismo no es del macho si no que se engendra también a veces en la cabeza de la mujer. Mujeres que se cierran a cambiar sus pensamintos o replantearselos( nadar a contra corriente nunca es fácil...) que toda persona siempre quiere más y ve en el dinero la salvación de su alma., que la educación cambia el mundo o debería y sim embargo me encuentro con escuelas carentes de recursos, con alumnos que para poder acceder a la universidad tienen que estudiar en colegios privados para no verse recluidos a pruevas selectivas como sogas apretando siempre el mismo cuello.
En que momento se rompe el círculo?

Ver que la hipocresía se sirve en bandeja. Paises ricos, con recursos, con posiblilidades, cierran las puertas al progreso general y abren las ventantas al desarrollo individual, el suyo propio.

Y quizás la excusa sea:" si ellos no cambian el mundo porque lo voy a cambiar yo?"



No hay respuestas. Solo la mía.

Porque cada mañana se transforma en un intento de querer a cada niño como si fuera propio, porque no puedo darle la casa que merece pero si el cariño que toda persona necesita. Porque cada hora es un proyecto para sonreir y demostrar que no es tan dificil sentirse agradecido con las pequeñas cosas. Porque solo estando aquí intento enseñarte que los miedos desaparecen cuando los enfrentas y aunque quizás no cambie nada, solo quiero decir que me hayo aquí para expresarte que me importas y por ello tu vida no me es indiferente.
No puedo cambiar tu realidad, pero intentaré caminar contigo.
Que razón encuentro más valiosa que la de compartir la vida?